No eres tú, soy yo. ¿O quizás somos los dos? El mercado inmobiliario en Estados Unidos vive momentos complejos y –quizá– difíciles de entender. En la última semana se dieron a conocer dos datos que dan cuenta de esta situación: la tasa hipotecaria subió al nivel más alto en cinco meses, pero al mismo tiempo crecieron las ventas de viviendas nuevas.

El primer dato provocó una disminución en las solicitudes de compra de viviendas usadas por quinta vez en las últimas seis semanas. Según cifras de la Asociación de Banqueros Hipotecarios (MBA, por sus siglas en inglés) publicados este miércoles, la tasa sobre una hipoteca fija a 30 años aumentó 11 puntos básicos en la semana que terminó el 19 de abril, alcanzando el 7.24%, el nivel más alto desde el 24 de noviembre.

De acuerdo con el informe de la entidad, el índice general de solicitudes, que incluye tanto las de compra de viviendas como las de refinanciamiento, disminuyó un 2.7% la semana pasada. El refinanciamiento cayó un 5.6%, la mayor disminución desde febrero, mientras que el índice de solicitudes hipotecarias para la compra de viviendas cayó un 1%.

“Las solicitudes de compra disminuyeron, ya que los compradores de viviendas retrasaron sus decisiones de compra debido a la difícil asequibilidad y la escasa oferta. La proporción de solicitudes de ARM aumentó al 7.6%, en consonancia con la tendencia al alza en las tarifas, ya que los compradores buscan reducir sus posibles pagos mensuales”, dijo Joel Kan, vicepresidente y economista jefe adjunto de MBA.

El dato de MBA incluso supera al que dio la empresa Freddie Mac sobre la tasa hipotecaria, cuya cifra fue del 7.1%, en contraste con el 6.88% de la semana previa. Es decir, para decirlo en pocas palabras, comprar una casa prehecha es cada vez más difícil.

¿Y esto cómo se explica? Las ventas de viviendas unifamiliares nuevas en Estados Unidos se dispararon en marzo a pesar de que las tasas hipotecarias se mantuvieron elevadas ese mes. Una paradoja del mercado inmobiliario que, sin embargo, tiene explicación.

Según nuevos datos oficiales, las operaciones, que representan alrededor del 10% del mercado, aumentaron un 8.8% el mes pasado a una tasa anual ajustada estacionalmente de 693.000. La cifra superó la tasa de 670.000 proyectada por los economistas y fue el incremento mensual más fuerte desde diciembre de 2022. Los analistas y el mercado coinciden en que los costos de préstamo por encima del 7% crearon una brecha entre el mercado de reventa y el de viviendas nuevas.

Las ventas de casas previamente ocupadas intentan ganar impulso a medida que los posibles compradores esperan que las tasas de interés disminuyan. Esto limitó las ofertas y empujó al alza los precios.

Los constructores de viviendas, del otro lado, se vieron beneficiados por el escaso inventario de reventas, con algunas empresas que hasta llegaron a impulsar ventas al ofrecer financiamiento más barato e incentivos. Vieron en esta “crisis” de la tasa hipotecaria una oportunidad para hacer crecer su negocio.

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